#30 Suscripciones de producto que no creeríais

El tema:

El modelo de suscripción me tiene obsesioná desde hace un tiempo, tanto en productos digitales como físicos, y está bassstante de moda. 

Pero Noe, ¿por qué está de moda?

Verás, es un modelo con grandes ventajas.

(Por centrar un poco el tiro todos los ejemplos que te voy a poner tienen que ver con productos físicos, pero la mayoría de lo que aquí diga aplica a contenido y productos digitales).

Al lío. Ventajas, comenzando por las de los usuarios:

👉 Evitan la fricción de ir a comprar cosas recurrentes

No quiero acordarme continuamente de que tengo que incluir jamón ibérico en la cesta de la compra. No pasa nada, en Vitamina Jota me lo mandan a casa cada uno o dos meses, según prefiera.

Tampoco quiero acordarme de comprar detergente para la lavadora. Pues nada, Washaby te lo hace fácil.

Es una marca de detergente 100% eco de quien hablé en esta edición y tuvieron a bien mandarme una cajita para que lo probara, por cierto #fulltransparency #estoNOesunaindirectaparaVitaminaJotaaunqueloparezca. Me gustó bastante :)

👉 Permiten descubrir nuevos productos a usuarios curiosos y ávidos

Creo que fue allá por 2014 cuando empecé a ver a las youtubers de belleza compartir cajas de suscripción mensual con productos sorpresa.

Desde ahí han pasado casi 10 años y ahora tienes negocios de otros sectores que basan su modelo 100% en el descubrimiento, como Vinistas (suscripción de vinos no disponibles en grandes distribuidores, de quien ya hablamos aquí), o en aprovechar ventajas económicas, como Fetén Market, que hace posible que la gente alineada con la sostenibilidad, el comercio justo, la cosmética natural, etc. pueda comprar a un precio más amigable productos que habitualmente son más costosos.

Más marcas molonas:

Maemía, llevo media newsletter y todavía no te he puesto las ventajas para las marcas, que es lo más sexy. Para mí hay 4 claras y todas tienen que ver directa o indirectamente con el money, así que entenderás por qué me gustan:

🔹 Aumentan el tiempo de vida del cliente (aka LTV, life time value)

Si un cliente te compra una vez y ya, pues oye. Pero si te compra más veces porque la recurrencia está intrínsecamente en el ajo, más pasta... durante más tiempo.

🔹 Permiten apalancarse en los costes marginales decrecientes

En toda producción llega un punto en que tener listo un producto más empieza a costar menos (digamos que "amortizas los costes fijos, como mínimo). Si con las suscripciones te acercas o superas ese umbral, estupendástico: más rentabilidad.

🔹 Facilitan que haya cierta predictibilidad de los ingresos

Empezar un mes sin saber si vas a vender y cuánto, es un melonaco, vendas lo que vendas. Con las suscripciones, incluso descontando las que "se irán cayendo", puedes hacer algunas cuentas.

🔹 Más oportunidades de fidelización

Más impactos de tu marca. Más oportunidades de abrir un paquetito nuevo. Más ocasiones para mimar a tu cliente.

Pero no es oro todo lo que reluce. Puede haber problemitas:

👉 Los inicios son complicados, sobre todo si es tu único modelo de negocio.

Tener todo listo y encajar con la logística es un arte, así que si te lo estás pensando yo que tú empezaría por lo más básico.

👉 Acertar con el precio de tal manera que los usuarios puedan comprometerse con un coste recurrente también es un arte.

Por esto algunos negocios se apalancan en una suscripción mínima de X meses, como la joyería artesanal de Annie's Fingers (chivatazo de @samusolorzano)

👉 Jugar a recurrencia es jugar a las expectativas.

Tienes que seguir entregando cosas muy molonas, continuamente.

A eso ayuda tener un sello propio y una identidad, como el gigante On That Ass (calzoncillos vistosos en tu casa una vez al mes) que tiene (¿tuvo?) su homólogo español en My Boxer (estos, más neutros pero con calcetines).