#23 - Pink Albatross y la regla de oro del marketing que la gente siempre olvida

El tema:

Pink Albatross es una marca de helados veganos (también llamados plant-based) fundada por un argentino y un hindú en Madrid. Venden únicamente en el sector de restauración y en tiendas seleccionadas y conocen muy bien los dolorcitos de cada uno de los tres perfiles claros a los que tiene que hablar como marca.

Por qué mola:

Lo más normal es pensar que una marca de helados vende al consumidor y ya, pero un paseíto por la web de Pink Albatross te da idea de que ese enfoque es demasiado chiquitito.

Pink Albatross tiene que convencer al cliente final de que sus helados plant-based son la reh*stia, sí, pero no tienen estructura logística propia que les permita poner la tarrina en perfectas condiciones en la puerta de su casa, también tiene que convencer a restaurantes y grandes superficies.

Para todos ellos, no obstante, una home común:

Cuando se trata de hacer copywriting -redacción publicitaria-, no hace falta reinventar la rueda. Y hay palabras que, mal que pese a algunos, sí valen más que mil imágenes: las que se forman en tu cabeza cuando lees "ingredientes que se pueden dibujar" 🥁

Pero volvamos a los perfiles que tiene que seducir Pink Albatross y cómo lo hace.

Un paseíto por sus redes sociales nos traslada recurrentemente su propuesta de valor en su versión consumidor final: para comer helados que te cagas no necesitas ingredientes animales, puedes tener sabores riquísimos y texturas espectaculares con Pink Albatross, etc. etc.

Es una aproximación que siguen marcas como Heura, que en lugar de dedicar todo su contenido a censurar a quien come productos animales se centra -sin olvidar su promesa como marca- en hacer valer el producto por sí mismo y sus sabores.

Pero, ¿qué pasa con los dos perfiles que hacen posible que el consumidor final... bueno, consuma?

Para molar tú:

Pasa que muy acertadamente tienen su propia sección en la página web (no todo lo visible que me gustaría, he de decir).

Porque a cada perfil, un mensaje, amiguis. Y esta es una regla de oro del mundo digital: a cada pieza de contenido, una llamada a la acción. A cada perfil, una comunicación, incluso cuando tienen los mismos intereses:

👉 Al profesional de la restauración, ¿qué le interesa? ¿Qué le podemos contar para conseguir que apueste por Pink Albatross en su carta?

Le interesa cubrir un mercado creciente -el de las personas que evitan los productos animales en su dieta y en su vida en general- y tener opciones que, de paso, sirvan para puentear intolerancias a la lactosa ofreciendo soluciones más o menos compatibles para esos clientes que nunca piden postre.

👉 Y al supermercado, ¿qué le interesa?

Le interesa también cubrir un mercado creciente, claro que sí, y conseguir que esos clientes que ya están comprando otros productos en otras superficies puedan adquirir los helados Pink Albatross.

Funciona así: entran porque tienes Pink Albatross, que no es tan fácil de conseguir al ser un producto frío, y te aseguras de que por el camino les ofreces todo lo demás que aún no saben que quieren comprar y que también se adecúa a sus gustos como clientes.

🔹 Restaurantes y tiendas coinciden en intereses, sí. Pero si yo soy uno de los dos perfiles distribuidores de Pink Albatross no quiero que me cuentes la película del otro. Cuéntame la que me interesa a mí: