#63 - Levantar +150.000€ sin gastarse un euro 💸

¡! El tema:

Mumbler es una plataforma española cofundada por Pol Rodríguez y José Carlos Cortizo que permite a los creadores de contenido hacer crecer sus audiencias y monetizar sus audios.
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Vaya, que el core de lo que se vende en Mumbler (por ahora) son audiocursos, audiolibros y podcast premium. Como el de Chus Naharro, de quien hablamos hace poco
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Después de validar su modelo de negocio y trabajar con varios creadores con su MVP, llegó el momento de abrir ronda de inversión.
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El dinero les permitiría seguir mejorando el producto y empezar a escalar el negocio, y a ello se pusieron.

En mayo del pasado año la cerraron superando objetivos y con 155.000€ en el bolsillo. Esto es lo que me han contado sobre cómo lo organizaron:

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➜ La preparación​
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Si la cerraban en mayo, el trabajo empezó a fraguarse a finales de 2022.
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Además de sus contactos en el mundillo startup, la mayor ventaja que tenían Pol y Corti es que conocen bien cuál es la información que un inversor necesita para decantarse por un proyecto.
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Y también conocen bien cómo funcionan las primeras rondas y lo importante que es apalancarse en ese friends, folks and family del que tantas veces hemos hablado en PMM cuando buscamos cómo empezar un proyecto.
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​Primera táctica: contárselo a su audiencia.​
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En Mumbler venden a creadores de contenido. Y siempre han tenido claro que el contenido es una fuente muy interesante de tráfico, si se hace bien.
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Por eso uno de sus canales de adquisición principal ha sido un podcast. Además de las marcas personales de sus fundadores (y ahora, de sus colaboradores, también).
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Bien, pues ese podcast en realidad es la evolución de otro. Un proyecto de Corti que es un enamorado de este formato y que entonces se llamaba Tribucasters.
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Así las cosas, el primer episodio de Tribucasters bajo la marca de Mumbler data de 2020.
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Más de dos años picando piedra a fondo perdido para empezar a conseguir audiencia. Ni tan mal.
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Total, que a esa audiencia anunciaron que pronto abrirían una ronda de inversión.

Y como la captación no es captación si no captas algo (habitualmente el email), prepararon su landing molona para que quien quisiera curiosear pudiera recibir la información llegado el momento.
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Ojo, curiosear. En ese grupo de gente habría quien invertiría, quien no, y quien se convencería solo al recibir la información.
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Pero de momento, vas capturando el email.

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​➜ Los primeros emails​
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​¿Qué información envías a quien se acaba de meter en esa lista y, sobre todo, qué información te interesa obtener de ellos?
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Lo que te interesa saber es claro: si estarían dispuestos a invertir, y si así fuera, cuánto. Pero para eso tienes que contarles por qué tu proyecto merece su inversión.
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El tipo de gente que está en esa lista es muy específico: gente que te conoce, que sabe lo que haces. Gente que quizá quiere apoyarte y "dependiendo de la cantidad, igual me animo".
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También gente que puede haberle visto o no la oportunidad al negocio.

Pero sobre todo quienes deciden "comprar" aquí, es decir, invertir, lo hacen por simpatía con el proyecto o sus fundadores.
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Así las cosas, en Mumbler empezaron a compartir y recoger información.​
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Compartían cómo iba el proyecto y recogían los intereses de esa gente.
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Y con esa información fueron apuntando el contacto y montándose un excel para empezar a hacer previsiones y, sobre todo, seguimientos, incluso 1a1 si fuera necesario.

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Por supuesto, a ese excel de contactos muy próximos a la marca se añadieron sus contactos personales con gente acostumbrada a invertir, que te he contado antes.
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Esto les permitió empezar a tantear el mercado mucho antes de anunciar la ronda de forma pública y apretar del todo el botón de ignición.

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Y sobre todo conseguían evitar uno de los mayores miedos de alguien que está valorando si dejarse pasta o no: ser el primero en apostar por algo.
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​Porque no, a nadie le gusta especialmente ser quien el primero en correr un riesgo inexplorado.​
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La transparencia era, de nuevo, muy importante en este momento: toda la información relevante era pública y se podía consultar en cualquier momento si tenías el enlace que regularmente iban compartiendo.

➜ El Big Move: StartupXplore​
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StartupXplore es una plataforma con una señora audiencia de +30K contactos del mundillo startup. La más grande en Europa, por lo visto.

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Allí analizan oportunidades de inversión y los inversores las aprovechan. Y cuando Mumbler salió en StartupXplore... llevaban mucho camino recorrido.
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Recuerda: hasta ahora se hablaba a gente que ya conocía y apreciaba el proyecto. En StartupXplore nadie tenía por qué conocer realmente qué es Mumbler, y sin embargo era el big move de toda la ronda de financiación.
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A ese tipo de gente había que contarles otras cosas. Y tenían otros miedos.
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​¿Qué es más fácil que compres, algo que sabes que muchos han comprado o algo que no tiene una sola reseña en todo internet?
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Por eso aquí era tan importante, de nuevo, haber hecho los deberes previamente. Y los hicieron.
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Incluso en las horas antes de aparecer en StartupXplore cerraron, llamadas y reuniones mediante, un número nada desdeñable de contribuciones a la ronda.
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De esa manera, cuando aparecieron anunciados ya estaban razonablemente cerca de su objetivo y podían aprovechar ese hecho para presentarse como una inversión más suculenta.
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¿Y eso qué significa?
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Que podían apretar la tecla de la urgencia y la escasez: entra ahora en esta historia en la que ya han entrado todos estos, que somos gente seria y, sobre todo, te puedes quedar sin entrar si se te pasa la deadline.

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​➜ Un empujoncito extra​
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Tanto Pol como Corti son muy conocidos en mi querida esfera tuitera del Digital Business en español™
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Eso incluye contactos de creadores de contenido con audiencias razonablemente próximas a lo que en este momento les interesaba: gente gustosa de los proyectos digitales y de invertir.
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En concreto, dos newsletters funcionaron especialmente bien: la Ecommpills de Jaime Mesa y la pausada Vermú.io, especializada en startups.
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Cuando te encuentras en una situación como esta cualquier impacto extra es escaso.

No sabes la de gente que se lo estaba pensando y se le olvidó, o que cerró la página de invertir justo cuando iba a hacerlo porque le llamaron por teléfono...
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Mantenerse en la cabecita de esa gente y reimpactarles es asombroso. Lo que los marketers llamamos "estar en el top of mind".

Y cuando ya has hecho muy bien los otros deberes, de mantenerse ahí arribita solo pueden salir cosas buenas.