#12 Impacto Fest, cómo usar influencers BIEN

El tema:

Impacto Fest es un festival que busca reconectar la música con la España vaciada a través de sus talentos y su gastronomía.

Es un proyecto modesto que, sin embargo, ha sido capaz de reunir más de 3000 almas este pasado julio y que lo ha petado entre otras cosas por su genial apuesta por el marketing de influencers.

No lo digo yo, lo dicen los datos. 120.000 visitas al perfil de Instagram en 7 días y más de 2.000 visitas a la web, por no hablar de los impactos a través de medios que se hicieron eco de la campaña.

Desnudémosla:

Por qué mola:

Conseguir que creadores de contenido con audiencias considerables se hagan eco de lo que haces, y gratis, es un logro.

Lo era cuando solo se buscaba que X medio se hiciera eco de tu campaña y ahora que los influencers cumplen las mismas funciones al menos en lo que a publi se refiere, también lo es.

Pero todo el mundo sabe que son caros, ¿no?

Con el marketing de influencers pasa una cosa curiosa; para empezar cuanto mayor es una audiencia, en general menor es el alcance de sus redes sociales en términos porcentuales.

Pero además, es que con estos temas la movida no va de cuántos, sino de quién.

A nadie se le ocurriría hablar de carne gourmet en una feria vegana. Pero entonces, ¿por qué no poner un mimo absoluto a la selección de influencers que representarán a tu marca? Pues todavía hay gente que no lo entiende.

👉 Ese es uno de los aciertos del Impacto Fest: el quién.

No te miento, la organización no tenía pasta para pagar a los influencers. Confiaban en que la experiencia de recibir el abono para el festival fuera suficiente para conseguir que lo compartieran y, obviamente, que fueran.

👉 Segundo acierto: cuidar al máximo esa experiencia.

Cuando se trata de persuadir a alguien de algo, llamémosle vender o seducir, hay que tener muy claro que esa persona es el centro.

Poniendo en el centro a tu usuario, cliente o influencer, en este caso, es mucho más fácil pensar una campaña que mime los detalles que le importan. Y que, de paso, que nos dé bola.

Bien. ¿cómo lo resolvieron en Impacto Fest?

Desde el primer mensaje completamente en frío que se envía a los influencers al diseño de la caja que reciben en formato físico con las acreditaciones, todo está cuidadosamente pensado.

El objetivo de la primera interacción es despertar el interés del influencer y conseguir su dirección, algo que aprovecharon bien con el juego narrativo que da "Impacto Fest".

(Minipunto por desactivar la objeción de "no te conozco de nada hulio no te voy a dar la dirección de mi casa".)

Bonus track: en Impacto Fest, a los influencers afincados en la zona del Bierzo se lo llevaron en mano. Nada de cosas frías de empresas de paquetería. La propia organización del festival, con su propio coche. Más skin in the game no puede haber.

Pero ah, sin darnos cuenta ya estamos en el momento envío. Una cuestión fundamental aquí es no perder la conexión con el influencer y, nos sorprenda o no, seguir en su top of mind (en su cabecita, vaya), como decimos los marketeros.

Minipunto de nuevo porque de paso, además de seguir presente, vas sembrando lo que esperas como marca de esa persona que recibe tu producto, un: ¡eh, que lo que me interesa es que hagas un unboxing realista! Dicho y hecho:

Aquí llega el momento calentito. Has conseguido la dirección, has conseguido que siga jugando el juego... y ahora tienes que conseguir que la experiencia de recibir la acreditación sea lo suficientemente llamativa como para que no solo le mole al influencer en cuestión, sino que la quiera compartir.

Supongamos que la cosa ha funcionado bien y que se acuerdan de grabar el unboxing. Si no, siempre pueden grabar después, claro. Pero el caso es que graban.

¿Cómo haces de eso algo molón? Personalizando al máximo la experiencia.

En el caso de Impacto Fest, el contenido de las cajas era personalizado hasta el punto de incluir no solo una tarjeta con un texto muy cuidado, sino también una ilustración única.

Y es que la apertura de la caja con las acreditaciones es una oportunidad en todos los sentidos.

De hecho, es la mejor parte. Porque recordemos que hemos dicho que no hay pasta para pagar a los influs, que es un proyecto modesto en su primera versión como festival.

Pero lo que sí hay, es patrocinadores que venden producto físico. Pues blanco y en botella (chistaco), cajita con muestras pa' que te acuerdes de la tierra:

Para molar tú:

La verdad es que los resultados de Impacto Fest hablan por sí solos, pero hicieron alguna que otra cosa molona más, además de currarse mucho el tema influs.

Por ejemplo, el Impactinder.

A ver, en el tema social (y más en la España vaciada) hay un dolorcito muy claro: alguna gente se queda sin ir a los sitios porque no tiene con quién.

Bien, no será en Impacto Fest:

Hubiera estado guay colarme a tiempo en el Impactinder, no te voy a mentir. Tengo curiosidad por saber cómo se jugaba a todo eso.

Pero antes de cerrar con las preguntas útiles de siempre, hay otra cosa que me gustaría contar.

Un festival se siembra con mucha, mucha antelación.

El ruido que hay que hacer también debe tener mucha antelación.
En el caso de Impacto Fest, enero de 2022 (para un evento de julio, recordemos).

Y, de paso, una vueltecita al tema de cartelería experiencial: en lugar de carteles normales, tecnología NFC.

Súmale un texto llamativo que haga que los viandantes te lean y acerquen su móvil... y ahí tienes la atención de más de un periódico local, aumentando exposición.

Nada mal, de nuevo, ¿no? 😉