#4 - Balbino. Insultos para vender productos random

El tema:

Balbino es una marca que vende cosas random. Pero no te lo dice así, sino que se hace llamar "editora de productos" en la que "ahora, hacemos zapatillas y libros. Mañana, ya veremos."

En realidad, venden una serie de colecciones de zapatillas de andar por casa, y un libro. Sí, uno. Ná más.

Se titula "Teoría del insulto en Asturias" y ya de por sí me parece una auténtica genialidad como producto, pero de lo que te quiero hablar es de su estrategia de promoción.

Señoras, señores, les presento a Balbino, la marca organizadora del I Mundial del Insulto en Asturias, donde faltosu, repunante, babayu y demás lindezas compiten por ser el insulto ganador.

Por qué mola:

Uno entra en la web de Balbino y ya sabe que lo que tiene delante es otra cosa.

A lo mejor hacerte una idea de si quieres o no sus zapatillas de andar por casa de +50€ te supone hacer scroll un par de veces, pero se lo pueden permitir.

Y es que su propuesta es... muy distinta.

No te voy a contar lo obvio: diseño actual, copy trabajado. Pero, ay, el storytelling.

Cada colección tiene su porqué, con su narrativa correspondiente. Puedes comprar la Colección Ulises bajo la premisa de que "el día a día es una odisea" y emulando "la incomparable sensación, mezcla de felicidad y placer, al sentarse -por fin, después de tropecientas horas- y engañarte a ti mismo diciendo: no salgo más".

O puedes comprar la Colección Landi, tributo a la periodista Margarita Landi quien "vio cosas que jamás creeríamos. No le hizo falta viajar más allá de Orión".

Más spoilers no te hago, que hemos venido a hablar del libro. Y del Primer Mundial del Insulto en Asturias.

(He escrito Primer y no "I" para que lo leas como es debido, porque he asumido que todas las personas que leen el I en números romanos de repente en medio de un texto tienen la misma tara que yo y jamás lo hacen bien a la primera. Sigo.)

Hay una entrevista por ahí de Jimmy Kimmel a Salma Hayek en la que analizan la incuestionable superioridad del español en aquello de jurar, insultar y cagarse en to' lo escrito.

Me van a disculpar que tire por mi patria querida, pero los asturianos tenemos una habilidad más especial aún en este tema, hasta el punto de que prácticametne nos dan el título con la partida de nacimiento. Ojo cuidao' las candidaturas:

• Gochu (esta me costó una buena discusión con otro español en mi Erasmus)

• Babayu (o de Gijón)

• Maizón

• Fato (un clásico)

• Tochu

• Faltosu

• Mazcayu

• Bobu

• Lloramingu (me meo)

• Pelurcia (no puc)

• Repunante (esta me la decía mucho mi güela, espero que sorprenda a: nadie)

• Fedor/Fediondu (esta no)

• Pendón (desorejao)

• Gandaya

• Manguán (sí lo digo)

• Felpeyón

La competición está reñida y nos encontramos ahora mismo recién pasadas las semifinales. De hecho, la final es hoy, miércoles, a las 21h.

Me atrevo a adivinar una lucha encarnizada entre estos dos insultos de aquí abajo pero, ¿cómo se ha gestionado exactamente este Mundial?

(Si te has dejado el email pal finde, pues ya sabrás quién ha ganado, aunque te perderás la emoción de vivirlo en directo).

Respuesta: con un embajador.

Joaquín Pajarón, Xuacu para los amigos, es un comediante, guionista y actor.

(Comediante y no cómico porque mi güela lo llama así, ye lo que hay.)

Si no recuerdo mal su perfil de Instagram lo petó allá por el encierro de marzo a junio de 2020. Confieso sin una gota de pudor que sus directos nocturnos me amenizaron algún insomnio de esos días que eran igual a todos los demás.

Desconozco cuál es el apaño entre Balbino y Xuacu, pero el movimiento es muy interesante:

Joaquín Pajarón utiliza su acento como rasgo diferencial de su comunicación, se dedica al humor y tiene una audiencia compuesta por asturianos en su mayoría o, como poco, afines a lo astur.

Balbino, por su lado, es una marca que se sirve abiertamente del humor y quiere promocionar un libro sobre insultos en Asturias.

Amarillo y en botella.

Total, que se montan un Mundial que la gente puede votar libremente en Instagram.

Pero hay una lección muy interesante en cómo Balbino ha decidido gestionar esas votaciones.

👉 Muchos equipos de marketing habrían intentado a toda costa "bascular" la audiencia de Joaquín en Instagram hacia la cuenta de la marca, pero Balbino no lo ha hecho.

Ha evitado, por tanto, la maldición de los sorteos -y de las acciones con influencers en Instagram- donde se pretende crecer en audiencia a toda costa.

En Balbino saben que si alguien les sigue sin interés genuino en la marca, engordarán sus seguidores pero no sus ventas.

Las votaciones, por tanto, tienen lugar en el propio perfil de Xuacu, con un contenido que encaja perfectamente con su audiencia. Le proveen de material gráfico, y él va comentando la jugada con total libertad, lo que permite que la colaboración no se sienta forzada.

La marca consigue impactos, exposición y se aseguran de que quien les siga tenga un interés más genuino, en lugar de tratar el "follow" como una transacción.

Postura mucho más inteligente en temas de inbound marketing.

Para molar tú:

La receta es fácil hoy, lo difícil es ponerse a ello con suficiente mimo y gafas de objetividad:

👉 Localiza perfiles, marcas o personas que compartan valores, tono y/o audiencias con tu marca o con tu público objetivo.

👉 Revisa tu comunicación. Identifica los rasgos característicos de tu tono. Apúntalos en un postit si hace falta.

👉 Echa un vistazo a tus acciones de marketing de contenidos organizadas para los próximos meses. Valóralas bajo el prisma de los rasgos apuntados en el postit.